jueves, 12 de junio de 2008

Y se casa...


Maldita sea, se casa. Se casa y está feliz. Es la desición que ha tomado y por la cual luchará de seguro hasta el cansancio, porque está enamorada, porque es feliz, porque está completa y es lo que siempre quiso en la vida. ¿Y yo? Yo que gasté 4 años en ella, conociéndola, acompañándola, cuestionándome, pensando, torturándome, desgastándome, soñando, creyendo, sintiendo, proyectándome, esperanzándome. No sirvio de nada. No fui los uficientemente valiente para jugarme el todo por el todo por ella. Si tan solo hubiese hecho algo en el último viaje que hicimos juntos, quizás la situación sería distinta, y el que la acompaña en las listas de novios sería yo. Y el que estaría buscando casa sería yo, y el que estaría pensando en hijos sería yo... pero no.


Y me duele, y es primera vez que me duele de esta manera el pecho, y me arde y no sé cómo parar lo que siento, porque no hay manera. No es como un golpe que se soba y pasa... es mucho más que eso. Son ganas de vomitar por el dolor de estómago, por la ansiedad y la impotencia de no poder hacer absolutamente nada. Es trabajar pensando en ella, manejar, estudiar, comer y dormir pensando en lo feliz que pude llegar a ser junto a ella... y en lo mucho que me arrepiento hoy.


Y hasta a veces me da verguenza. Me siento fuera de mi zona cuando lloro en las noches por no saber qué hacer, y por no tener cómo desahogarme, por no tener a nadie que contarle lo que me pasa, y porque nada de lo puedan decirme hoy me sirve de algo.


Pero le dije lo que me pasa, y lo peor es que sé que no puedo esperar nada más que un "gracias".






miércoles, 23 de abril de 2008

Plop! Y la volví a ver...


Iba yo, caminando descuidadamente por un transitado núcleo de nuestra ciudad, despreocupado de la gente que iba y venía rápidamente, hablando fuerte. Empujándose a veces. Yo traía las maos en los bolsillos, como sabiendo que estaba gastando tiempo innecesariamente, mirando sin observar, solo preocupado de no tropezar... ¿Has sentido que a veces tu inconsciente obversa mientras tu no, como para advertirte de cosas o sencillamente como guardián? Bueno. Yo sí. Porque de pronto busqué entre la gente a alguien que me llamó la atención, de las 100 personas ocupando mi campo visual, alguien en particular llamó mi atención. Era ella. Ella, sentada ahí, como si nada, sin verme. Seguro que para su incosciente no significo nada. Y pasé, pasé como si no me improtara que estuviera a pocos metro. Pasé y el corazón se fuel a mil... y el cerebreo también, pensando en lo que le diría si se acercara a hablarme. Lo que le diría para no sonar indiferentemente feliz y maduro, pero a la vez que entendiera, entre líneas, que estaba muriendo por no estar cerca de ella. Armando el puzzle de palabras perfectas, ecogidas con pinzas, sugerentes. Y no. No me vio, no se acercó, no fue necesario emplear esa batería de frases para el bronce que tanto trabajo me dieron en tan poco segundos. Y quise pasar de nuevo por ahí, pero me arrepentí, por miedo a notarme patético. Y se me secó la boca, y me dolió el estómago. Así que encendí un cigarro y salí de ahí.

jueves, 6 de marzo de 2008

Pasando a otra cosa...

Ella sigue ahí... feliz... como si nada, como si yo no existiera. Y la indiferencia me molesta, me desespera. ¿Sabrá que sigo aquí? ¿Esperando? Esperando a que fracase porque su alegria es frustrante... y esa frase cliché: "Su felicidad es mi felicidad" no me reprensenta, en absoluto. Su felicidad actual es mi perdición, porque yo soy su felicidad futura, todo lo que ella debiera tener.

martes, 29 de enero de 2008

Dias posteriores... Increible.

Resulta que ya ni recuerdo cómo, pero llegó hasta mi un link de un blog español sobre la célula, y quise contar mi experiencia. Increible lo ciega que puede estar la gente defendiendo algo ante lo cual se han presentado pruebas irrefutables, como el fracaso del juego a la larga. Y ellos sin ninguna prueba objetiva de que le juego puede terminar sin nadie teniendo que perder...

Y mas encima me critican por ser chileno, con un enfoque xenófobo que más que rabia me da pena. No son conocedores de este Chile, si no que del Chile tan pobre y miserable que se han pintado en las películas...

Y eso que nunca los traté de gallegos a todos... y olé?

miércoles, 23 de enero de 2008

Día 5... Y ahora quieren que lo devuelva.

Y ahora qué. Sin comentarios. Quieren que devuelva esas cien lucas extras con las que me fui, sonriente esa noche. ¡¡Están locos!! Con todo lo que ha comenzado a salir en las noticias, sobre las demandas y todo eso. Yo a tiempo me salí del juego, y todavía me pesa el haber pasado por ahí. A uno de los involucrados se le ocurrio que debíamos devolver el dinero, y que yo tengo que entregar los cien mil pesos extras que gané. Y que me gasté sin asco en absoluto. Del fruto de ese juego nacieron tres panatlones, zapatos y zapatillas... jajaja... y no le pediré a las tiendas que me devuelvan el dinero.

Cada uno fue grande y responsable al jugar, y la promesa de "nadie pierde" ¿dónde está ahora? Yo devolveré la plata. Si. Cuando me pasen el pagaré que firme o la boleta que entregué a cambio. Sencillito.

martes, 22 de enero de 2008

Día 4... El núcleo.


Mis amigos estaban muy entusiasmados, pronto les tocaría ganar, pero yo tenía la corazonada de que no me iría bien. Yo ya estaba en el núcleo y por eso era merecedor de ganar, ese día, los ochoscientos mil pesos. Había comprado cosas para comer y estaba un poco ansioso de que llegara la gente. Durante el día se habian corrido dos invitados... lo que no era muy buena señal. Per con dignidad, estaba dispuesto a tomar lo que me correspondiera y salirme por fin del juego. Tenía que comunicarlo a mis amigos.


- Aló.

- Aló, Carolina, hola. Habla AM (Anonymous maximus, por cierto, para efectos del blog) Marco se corrió. Arrugó. Y estaba tratando de invitar a un colega, pero el wn me dijo que no. Así que tendremos que ver qué pasa una vez allá.

- Chuta. ¿Y que vamos a hacer? ¿Vamos a perder la plata?


Y como a esas alturas ya estaba hecho un entendedor del tema, le expliqué en perfecto celuliano:


- Mira, si la parte de los demás se completa yo recupero 400, te paso tus lucas, le devuelvo a Cristian su parte y yo recupero también. Y con el resto hacemos un tonto carrete. ¿Te parece?

- Pucha, ojalá resulte, pero si no, me tranquiliza no perder mi plata.

- ¿Tu llamay a Cristian pa prepararlo?

- Ok.

- Ya, nos vemos en la tarde, y que sea lo que Dios quiera.


No debimos haber metido a Dios... capaz que haya estado jugando su propia Célula y le salga mucho más fácil conseguir gente. Ja. Y mal que mal: es Dios.


Y en la reunión nos dimos cuenta que había quedado la escoba, nuestra célula era la más cancerígena. Célula muerta. Y la única solución era rearmarla, y para mi sorpresa: ¡¡La gente quería seguir jugando!! ¡¡Mis amigos querían seguir jugando!! Y sin mayor conocimientos de biología vi una fagocitosis ante mis propios ojos. La parte más buena de la célula se comió a la parte mala, y de pronto la vida: ya estaba en el núcleo, y los demás eran las mitocondrias y "cosas" (no me acuerdo el nombre) de Golgi... de manera que la mitad me pagó. No me fui pelado. Pero sí conciente de que mis lucas eran la pérdida de alguien en algún momento.


Y yo estaba A-LI-VIA-DO. Nunca en la vida me había sentido tan bien de haberme salido de algo. De haber perdido la oportunidad de ganar. Estaba muy contento de haberme salido de esa locura, y es que me faltan letras de este teclado para graficar las conductas sicóticas que vi en los demás, la desesperación por no defraudar a sus conocidos, y el cambio de mentalidad que el dinero logra en los demás.


Para nunca más. ¿Será que estoy solo con esta reflexión?

domingo, 20 de enero de 2008

Día 3... El estrés.


Después de haber ido a la reunión informativa, en la cual un afortunado recibió un fardo de 800 lucas (lo cual hizo que mi ansiedad por ser "núcleo" acelerara a 1000) mi entusiasmo era algo más significativo.

En esa reunión se leyo una especie de "normas de solidaridad" albergadas en una metáfora de excursión, de aventura. Me pareció cursi oir el texto, y más aún ver el fanatismo ciego en lo que el cuento decía: Si ganas una vez tienes EL DEBER SOLIDARIO de entregar una casilla solidaria a alguien que quiera entrar pero que no tenga el dinero para hacerlo, pero que sí tenga el CORAJE y la VALENTÍA de seguir la aventura. O sea, no puedes "solidaria y moralmente" tomar tu plata e irte feliz. Eso me pareció el colmo, pero qué diablos... ya estaba en el tema.


Y comenzó la tarea de buscar a los invitados de los invitados de mis dos invitados. Ya tenía dos personas, pero me faltaban doce más para recibir la plata... y no tenía tiempo ni ganas en estresarme en ello. Por lo que la gente que me habia invitado me ayudó en la búsqueda. La promesa de que "en este juego nadie pierde" los obligaba a hacerlo. Y les convenía, además, a los que estaba paralelo a mi.


- Mira, yo creo que no vamos a tener la gente pa ese día. Yo creo que perdí... ojalá pueda vender mi cupo.

- Si no vay a perder oh, no te preocupí. La amiga de la Tania va a llevar tres amigas, con la plata. Y una de ellas tiene una familia grande, y todos quieren entrar.

- Pucha, ojalá pueda recuperar mi plata.

- No seay pesimista oh, si hoy pasay al núcleo.


Pero el ritmo de trabajo había comenzado a cambiar. Yo seguía casi igual, pero los que estaban metidos en el juego, organizando, estaban muy estresados, el cambio de actitud era tal que el estrés de conseguir tanta gente dispuesta a arriesgar dinero le ganaba a las tareas cotidianas del trabajo.

3 o 4 horas sumaban las llamadas telefónicas de mis colegas a los contactos... 3 o 4 horas de tiempo perdido. Yo me gasté casi todos lo minutos del celular tratando de convencer infructuosamente a dos amigos.

La cara de los involucrados cambiaban a medida de que los plazos se cumplían iba transformándose, los que compartían célula conmigo estaban tan estresados que comenzaban a discutir entre sí. Yo estaba casi en el núcleo, y el menos urgido era yo. Yo no quería ser parte de esa sicosis, quería recuperar mi plata y olvidarme de esa tontera.